- Juan Valjean. LIBRO I: La guerra dentro de cuatro paredes. Capítulo I: Caribdis del arrabal de S Antonio y Scila del arrabal del Temple
- Capítulo II: De cómo en el abismo no puede hacerse más que hablar
- Capítulo III: Claridad y sombra
- Capítulo IV: Cinco menos y uno más
- Capítulo V: Donde se dirá el horizonte que se descubre de lo alto de la barricada
- Capítulo VI: Mario esquivo y Javert lacónico
- Capítulo VII: De cómo la situación se fue agravando
- Capítulo VIII: La cosa se va poniendo seria
- Capítulo IX: Donde se verá la manera de emplear ese talento de cazador furtivo y esa puntería segura que influyó en la condena de 1796
- Capítulo X: Aurora
- Capítulo XI: El tiro de fusil certero y que no mata a nadie
- Capítulo XII: El desorden partidario del orden
- Capítulo XIII: Claridades pasajeras
- Capítulo XIV: Donde se leerá el nombre de la querida de Enjolras
- Capítulo XV: Gavroche fuera de la barricada
- Capítulo XVI: Donde se verá que el hermano puede convertirse en padre
- Capítulo XVII: Mortuus pater filium moriturum espectat
- Capítulo XVIII: El buitre convertido en presa
- Capítulo XIX: La venganza de Juan Valjean
- Capítulo XX: Donde se verá que los muertos no tienen menos razón que los vivos
- Capítulo XXI: Los héroes
- Capítulo XXII: Palmo a palmo
- Capítulo XXIII: Orestes en ayunas y Pílades ébrio
- Capítulo XXIV: Prisionero
- LIBRO II: El intestino de Leviatán. Capítulo I: La tierra empobrecida por el mar
- Capítulo II: La historia antigua de la alcantarilla
- Capítulo III: Bruneseau
- Capítulo IV: Pormenores ignorados
- Capítulo V: Progreso actual
- Capítulo VI: Progreso futuro
- LIBRO III: A un tiempo lodo y alma. Capítulo I: La cloaca y sus sorpresas
- Capítulo II: Explicación
- Capítulo III: La doble caza
- Capítulo IV: Con la cruz a cuestas
- Capítulo V: De cómo cierta clase de finura, así en la arena como en la mujer, es pérfida
- Capítulo VI: El cenagal
- Capítulo VII: El naufragio a la vista del pueblo
- Capítulo VIII: El faldón de la levita roto
- Capítulo IX: De cómo Mario parece muerto a una persona que lo entiende
- Capítulo X: La vuelta del hijo pródigo a su vida.
- Capítulo XI: Conmoción en lo absoluto.
- Capítulo XII: El abuelo.
- LIBRO IV: Javert desorientado
- LIBRO V: El nieto y el abuelo. Capítulo I: Donde se vuelve a ver el árbol con el parche de zinc
- Capítulo II: De cómo Mario, saliendo de la guerra civil se dispone para la guerra doméstica
- Capítulo III: Mario ataca
- Capítulo IV: Donde se verá que la señorita Gillenormand se conformó al fin con que el señor Fauchelevent entrase llevando un bulto bajo el brazo
- Capítulo V: Donde prueba que es más seguro depositar el dinero en ciertos bosques que en manos de ciertos notarios
- Capítulo VI: Donde se verá cómo los dos ancianos procuran labrar cada uno a su manera la felicidad de Cosette.
- Capítulo VII: Efectos de sueño mezclados con la felicidad.
- Capítulo VIII: Investigaciones inútiles.
- LIBRO VI. La noche toledana. Capítulo I: El 16 de febrero de 1833.
- Capítulo II: Juan Valjean continúa enfermo
- Capítulo III: La inseparable
- Capítulo IV: Inmortale Jecur
- LIBRO VII: La última gota del cálizde la amargura. Capítulo I: El séptimo círculo y el octavo cielo.
- Capítulo II: Tras la revelación la duda.
- Libro VIII: El crepúsculo de la tarde. Capítulo I: El primer piso
- Capítulo II: De mal en peor.
- Capítulo III: Un recuerdo del jardín de la calle Plumet.
- Capítulo IV: La atracción y la extinción.
- LIBRO NOVENO: Suprema sombra. Suprema aurora. Capítulo I: Compasión para los desgraciados, e indulgencia para los dichosos.
- Capítulo II: Últimas palpitaciones de la lámpara sin aceite.
- Capítulo III: Donde se verá que el que levantó la carreta de Fauchelevent no puede levantar una pluma.
- Capítulo IV: Donde se verá que hay botellas de tinta buenas para quitar las manchas.
- Capítulo V: Noche que deja entrever el día.
- Capítulo VI: La yerba oculta y la lluvia borra.
Juan Valjean rescata a Mario gravemente herido y lo lleva a casa de su abuelo. Le perdona la vida a Javert, quien le confiesa que lo ha estado persiguiendo y que no fue sincero cuando lo prometió. Por otro lado, Mario no quiere que Juan Valjean siga visitando a Cosette, pues este ya le había dicho que no era su verdadero padre, y deciden que las visitas serán cada vez más esporádicas con tal de que, con el tiempo, deje de verla . (Montse González)
There are no reviews for this eBook.
There are no comments for this eBook.
You must log in to post a comment.
Log in